Casi siempre las palabras llegan al cerebro y no nos afectan demasiado, somos autómatas, pero a veces casi la misma frase nos impacta, nos desmonta, nos remueve algo por dentro. Eso, amigos, es que se le pasó al cerebro porque no iba dirigida a él, la atrapó el corazón ... Y cuando las palabras llegan al corazón, llegan al alma y de allí solo puede salir lo que de verdad sentimos y somos, un ser extraordinario... Gos Blau...
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