Un experto examina el cuerpo del leopardo de Anatolia, en Cinar. / AFP |
En ese momento, el otro pastor y primo del primero, Mahmut Kaplan, disparó con su rifle de caza y mató al animal. Este resultó ser un ejemplar de leopardo de Anatolia, un tipo de felino que se temía extinto en esta zona del país, donde hacía un siglo que no había sido avistado. “Nunca había visto (un leopardo de Anatolia) antes, es una especie extremadamente rara. Incluso si solo vemos uno o dos de estos, es extremadamente importante porque eso significa que aún están por aquí”, declaró al diario Today’s Zaman Ahmet Kilic, del Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de Dicle en Diyarbakir, adonde fue llevado el cuerpo del animal.
“Funcionarios (del Gobierno) deberían actuar inmediatamente y tomar medidas para protegerlos porque, cuando esto se sepa, cazadores y coleccionistas acudirán a la zona para intentar encontrarlos”, añadió Kilic. De hecho, el equipo veterinario que practicó la autopsia del cuerpo del animal encontró una antigua herida de bala en una de sus patas, lo que indicaría que otra persona ya había disparado al animal en el pasado.
“Es la primera vez que vemos un leopardo de esta especie en Diyarbakir. No sabemos cómo llegó hasta aquí, porque se trata de un animal con costumbres muy itinerantes. Sabemos que existe en Irán”, aseguró el biólogo Murat Birecik al diario Daily News.
El leopardo de Anatolia, o Panthera pardus tulliana, según su nombre científico, es una subespecie del leopardo del Cáucaso o persa, considerado en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (IUCN, por sus siglas en inglés). Las siguientes categorías son en peligro crítico de extinción, extinta en la naturaleza y extinta por completo.
Una de las causas que han llevado al leopardo de Anatolia cercano a su desaparición es precisamente la caza de trofeos, que se practicaba en la zona hasta la década de 1970, según informa la prensa local.
Antiguamente, el leopardo llegó a habitar las zonas cercanas al mar Egeo y al Mediterráneo. En la actualidad, se desconoce cuántos ejemplares pueden quedar de la subespecie de Anatolia. Diferentes estimaciones científicas han calculado que podría rondar entre los cinco y los 15 leopardos de este tipo.
“Este era un macho de unos dos años y medio de edad (pueden llegar a vivir entre unos 12 y 17 años). Los machos deambulan a través de grandes distancias, se desplazan y no viven en un lugar fijo. A juzgar por su edad, este tuvo que haber dejado a sus crías recientemente, ya que normalmente la madre echa al macho alrededor de ese momento”, explicó también al Today’s Zaman Turan Cetin, representante para el sudeste de Turquía del Fondo Mundial para la Naturaleza, conocido internacionalmente por sus siglas originales en inglés, WWF.
Antes de este incidente, otro ejemplar también murió por disparos en la cercana provincia de Siirt en 2010. En aquel momento, hacía 36 años, desde 1974, de la última aparición confirmada del leopardo de Anatolia, según han destacado los medios turcos.
En septiembre de este año, un equipo de investigadores de la Universidad Técnica de Karadeniz, también en Turquía, aseguró haber fotografiado un ejemplar de este leopardo, pero no quiso revelar dónde habrían visto al animal.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/11/06/actualidad/1383737558_308835
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