Penitenti, un logo desenfadado y actual propuesto por el inefable Willy Dyc.
Basta con asomarse a una iglesia española para darse cuenta de que el catolicismo tiene los días contados: apenas un puñado de feligreses matusas acuden a los servicios que ofician sacerdotes hastiados de sus propios sermones. La grey luce gris, plateadas las sienes, encorvadas las espaldas.
En el mercado de almas mundial, la cosa no mejora para las huestes de Roma: la Iglesia Católica pierde cuota de mercado a pasos agigantados ante competidores más pujantes y agresivos, como el Islam o los evangelistas, onewcomers con audaces métodos proselitistas, desde los cienciólogos a los hare khrisna. El Vaticano no es ajeno a la delicada situación de su negocio, que ya precipitó la caída de su anterior CEO, Benedicto XVI (“te queremos cinco o seis”). Strambotic ha tenido acceso a un documento elaborado por Deloitte en el que se desgranan varios puntos para volver a colocar la fe católica “en el puesto de primacía mundial que históricamente le corresponde en el competitivo mercado de las almas”.
El informe aparece como anexo en la Encíclica “Un Cielo en la Tierra (De Lucrus Rerum Fidelitas)” y lo hemos traducido directamente del latín con el traductor automático de Google. Cualquier error en la traducción cabe achacarlo al autor, que tiene esta lengua no ya oxidada sino directamente muerta. Sólo para sus ojos, algunos fragmentos del histórico documento:
Un lavado de imagen
“Ser católico no es cool –sostiene el informe-. Alternativas espirituales como el budismo o la cábala son acogidas jacarandosamente por los más jóvenes, ávidos de religiones líquidas, a la carta y creencias 2.0”. Que en pleno siglo XXI muchas iglesias sigan luciendo la hucha del Domund con el negrito resulta un atraso imperdonable (¡Si hoy son los negros los que prestan su dádiva a Españistán!).
El cliente [Vaticano S.A.] necesita una urgente actualización de su estética, empezando por el “vetusto logo del gimnasta” (sic) y siguiendo por la indumentaria de la jerarquía. Adjuntamos sendas propuestas para resolver este particular.
Diversificación de las fuentes de ingresos (Cepillum Anacronic Est)
Una religión 2.0 exige un amplio abanico de fuentes de ingresos. El recurso al cepillo, a las velas electrónicas por monedas y a la casilla de Hacienda resultan nítidamente insuficientes para mantener la infraestructura requerida para una eficaz salvación de las almas.
El merchandising, el crowdfunding, las apps “premium” e incluso la reintroducción de las bulas papales son algunos de los múltiples canales alternativos para la financiación de la labor evangelizadora. Aun con todo, debemos volver la vista hacia pujantes start-ups, como la exitosa gurú india Amma, que ha logrado monetizar un acto tan simple y aparentemente gratuito como los abrazos.
Proponemos implementar este modelo de negocio entre la Curia católica (…) Es indudable el potencial del monseñor Rouco Varela como proveedor de besos sagrados (de tornillo) a las feligresas; una prestación diaria de 600 ósculos proporcionaría una muy notable fuente de ingresos a la filial española.
M&A (Mergers & Adquisitions)
Las oportunidades de crecimiento de la fe católica pasan por tres grandes estrategias: reproducción del mercado actual (táctica de “creced y multiplicaos”), captación de nuevos feligreses a través del proselitismo y fusión con otros competidores del sector religioso. En tanto las dos primeras alternativas suponen sembrar en campo yermo (la cuota de natalidad de la feligresía católica se reduce a marchas forzadas y la fuerza comercial de la compañía está mermada y alicaída), sugerimos la fusión con el budismo, una fe briosa, con fuerte implantación en el territorio católico y, sobre todo, carente de dios. La incorporación del budismo como división al Vaticano ofrecería varias ventajas importantes para el cliente:
-Incorporar de golpe 200 millones de almas (5% de market share) a la clientela del cliente.-Eliminar un competidor directo en el negocio de la promesa de Vida Eterna.-Abrir una vía de entrada para creyentes de la new age hacia las huestes de Cristo.-Fichar un “galáctico” como el Dalai Lama a la ya de por sí potente delantera del Vaticano, encabezada por el ariete Francisco I.
When we were popes.
Arrimar el ascua a los famosos (Celebrity Pecunium Est)
Los anteriores directivos del Vaticano S.A. cometieron el error estratégico de arremeter contra estrellas del pop, léase Madonna, Judast Priest, Marily Manson, Las Ketchup o El Koala- por sus reiterados ataques y burlas a la fe católica. Llegado es el momento que la actual junta directiva, más en sintonía con los tiempos modernos, rectifique, pida perdón y gane para sí esta vanguardia de involuntarios propagandistas. No existe tal cosa como “mala publicidad”. Si se cagan en Dios, que al menos lo hagan en el Dios verdadero.
¡A ser herejes!
Dejad que los niños se acerquen a mí (Impubes Caro Frescum)
Una feligresía envejecida es síntoma innegable de una religión agonizante. Sólo si el Vaticano logra atraer a su rebaño a todo el titipuchal de párvulos descarriados podrá sobrevivir en el crecientemente desafiante negocio de la vida ultraterrena.
Una liturgia interactiva y desenfadada (Totum Revolutum Misae)
La liturgia católica está más rancia que los caramelos-ladrillo de la Virgen del Pilar. El discurso unilateral y vertical del sacerdote hacia los feligreses cierra la opción a un debate perfil, requisito indispensable para un hipotético proselitismo en red.
Sugerimos introducir cánticos antes de la Misa, al estilo evangelista; un capítulo de ruegos y preguntas (Questions & Answers) a la conclusión de la misma y sustituir el ejercicio de “darse la paz” por un juego tipo Pásame-la-manzana-con-las-manos-en-la-espalda. ¡Que acudir a la Santa Misa se convierta en una fiesta!
El futuro es blanquiceleste
Los argentinos marcan el paso a la fe en Cristo. Un Papa cool y un parque temático sobre Tierra Santa constituyen las aportaciones más notables del país austral a una religión con vocación de líder en el siglo XXI. Es bien conocida la veneración de los argentinos por sus prohombres –véase la canonización de Gardel o de Diego Pelusa Maradona-, de modo que cabe plantearse el traslado de la sede del Vaticano de la pecaminosa y decadente Roma a la virtuosa y pía Buenos Aires.
Fuente: http://blogs.publico.es/strambotic/2014/04/penintenti/
No hay comentarios:
Publicar un comentario