El gran zurullo volante, la caca en lata y otras deposiciones de artistas con mucho morro

Strambotic

“Complex shit”, menudo truño.

El 12 de agosto de 2008 tuvo lugar un estrambótico accidente en Berna (Suiza): una gigantesca escultura inflable representando una mierda salió volando por las aires y aterrizó en el patio de una casa, donde jugaban unos niños que probablemente no se vayan a recuperar nunca del shock.

La escultura era una obra del artista americano Paul McCarthy (nada que ver con el beatle) y estaba instalada en el centro Paul Klee en la capital helvética. La “obra”, por llamarla de algún modo, era descrita con estas palabras en el catálogo: “Un amplio espectro de ítems que forman un intercambio dinámico de zonas temporales y paralelas que se autoeclipsan”. Lo que viene siendo una mierda, vaya.

La escultura de McCarthy abre este Top 12 de artistas con mucho morro.

12. El pionero. Marcel Duchamp abrió la veda con su famoso inodoro invertido llamado “La fuente”, considerada con toda razón la obra de arte moderno más influyente de la historia. Los que siguen tomaron buena nota.

11. El de las colillas y los papeles. Se llamaba “nueva creación de la primera presentación pública de un arte autodestructivo” pero en realidad era una bolsa llena de colillas y papeles, así que –con muy buen criterio- la dama de la higiene del Tate Museum tiró a la basura la creación de Gustav Metzger.

10. El de los huevos. Se llama Jorge Negrotti y ganó el premio de Jóvenes Creadores 2004 con su obra “Doce huevos fritos escaneados”. Con un par de huevos…o una docena.

9. El de la manteca de cacahuete. Este ejemplo artístico mierder corresponde a la obra ‘Peanut-Butter Platform’, del artista holandés Wim T. Schippers. En este caso, el museo holandés Boijmans Van Beuningen, en Rotterdam, se enfrentó a una situación ciertamente pegajosa, cuando un visitante pisó la obra sin darse cuenta de que era una instalación de arte moderno.

8. La de la cama sin hacer. My Bed es una obra de la artista británica Tracey Emin que se exhibió en la Tate Gallery en 1999 como una de las obras seleccionadas para el Premio Turner. Consistía en su cama en un estado lamentable, con las sábanas manchadas con secreciones corporales, condones tirados, un par de bragas con manchas menstruales… Fue comprada por Charles Saatchi por 120.000 €

7. El del plástico. Un nuevo conflicto entre el arte y los operarios de limpieza: los basureros de Frankfurt retiraron e incineraron una escultura de Michael Beutler por confundirla “con unos plásticos amarillos de las obras”. En realidad, no la confundieron: era exactamente eso.

6. El del Albal. Pero nuestro favorito del mundo es el artista antiguamente llamado Christo, cuya especialidad es envolver edificios y monumentos. Utilizó 100.000 metros cuadrados de tela de polipropileno recubierta de papel de aluminio para envolver el Reichstag alemán. Y todavía le sobró para un chino.

5. El del feto. Hace falta ser bruto para hacer una escultura con el cuerpo de una gaviota y la cabeza de un feto humano. Pues eso es lo que se lo ocurrió al chino Xiao Yu en una galería de Zurich hasta que alguien le dio el toque.

4. El del pis. Piss Christ es una fotografía de 1987 realizada por el estadounidense Andrés Serrano. Representa a un pequeño crucifijo sumergido en un vaso con la orina del propio artista y fue patrocinada con 15.000 dólares por el Fondo Nacional de las Artes, una agencia del gobierno de EEUU que ofrece apoyo a proyectos artísticos. La obra fue objeto de vandalismo en la Galería Nacional de Victoria, Australia, donde recibió un buen zas! (en toda la boca) con un martillo.

3. El charcutero. La especialidad del archifamoso Damien Hirst es cortar cadáveres de animales y exponerlos sumergidos en formol. Con la tontería se está forrando.

2. El del estiercol. Zhu Cheng, uno de los escultores más famosos de China, se ayudó de nueve de sus estudiantes de arte para crear esta réplica de la Venus de Milo con excrementos de oso panda. La escultura luce encerrada en una caja transparente para asegurarse de que el olor no espante a los visitantes. Un coleccionista de arte suizo la compró por la asombrosa cifra de 300.000 yuanes (45.113 dólares)

1. El campeón. Todo un mito: Piero Manzoni, en los 60 produjo una serie de 90 latas de conserva, de 90 gramos cada una, de excrementos de artista conservada al natural. Cada lata se vendía al peso, según la cotización del oro. Lógicamente, el público se las quitaba…de las nalgas. (Por cierto, la célebre lata no contenía mierda sino yeso, como reveló el cómplice de Manzoni, Bonalumi. Timo sobre timo, pues).

http://blogs.publico.es/strambotic/2014/08/arte-mierder/