sábado, 3 de mayo de 2014

La Legión perdida romana en China



LA LEGIÓN PERDIDA DE CRASO

EL ORIGEN DE LA LEYENDA

A mediados del siglo I a. C. la República romana languidecía, víctima de las guerras civiles. La ambición personal del hombre más rico de toda Roma, Marco Licinio Craso, junto a su envidia por los dos genios militares del momento, Cneo Pompeyo y Cayo Julio César, costó a la moribunda república una de las derrotas militares más severas de su historia. Siete legiones fueron masacradas en Carrhae (Harran, Turquía), lo que significó el fin del Primer Triunvirato que estaba constituido por estos tres hombres, y además, la muerte del propio Craso.

Tras el funesto desastre romano de la batalla de Carrhae en el 53 a. C contra el Imperio Parto, nadie podía imaginar que iba a surgir una de las más misteriosas leyendas que se recuerden del mundo antiguo; la de la legión perdida de Craso…

UN LARGO E INESPERADO VIAJE 

LAS FUENTES CLÁSICAS

Según los testimonios de Plutarco (Plut. Vida de Craso, XXXI) y Plinio el Viejo (Plin., Historia Natural, VI, 47), una de las grandes consecuencias de aquella batalla, fue que alrededor de 10.000 romanos, el equivalente a dos legiones enteras fueron hechos prisioneros. Su destino más probable habría sido la esclavitud.
Plinio el Viejo interpretado por Tim Pigot en la película,
 'El último dia de Pompeya'


Las fuentes clásicas romanas hablan de que el rey de Partia, (noroeste de Irán), Orodes II, no quiso desaprovechar la oportunidad de contar con prisioneros de un ejército romano y utilizó a muchos de éstos para crear unidades militares destinadas a defender otras fronteras de sus dominios, especialmente la frontera este contra los hunos yescitas. 

Nos cuenta Plinio el Viejo que tras recorrer unos 1.500 km los prisioneros fueron llevados a la región de Margiana en el Asia Central en los dominios de Orodes II, que se corresponde con la actual Turkmenistán . 

Un lugar de clima templado que se caracterizaba por poseer aquel hierro tan brillante que usaban los ejércitos partos para sus armaduras. Esta fue la Alejandría de Margiana, fundada por Alejandro Magno en el 328 .a.C en una zona rodeada de montes. Un entorno de difícil acceso a causa de los desiertos arenosos que la rodean. Fue una de las muchas ciudades que llevaron el nombre del conquistador heleno. Despues sería renombrada por Antíoco I Sóter como Antioquía Margiana a principios del siglo III a. C, quién también la rebautizó como con su propio nombre. Este rey, según relata Estrabón, pobló la ciudad con súbditos sirios y la rodeó en círculo con una muralla de 1.500 estadios. Mas tarde, en el medievo la ciudad sería conocida como Merv , durante el s.XII Merv fue la ciudad más poblada del mundo por su importancia en la Ruta de la seda.

Pero volviendo a retomar nuestra historia en los tiempos de Orodes II, rey de los partos entre los años 57 a.C y 38 a.C, la ciudad existía aún y allí fue donde supuestamente fueron enviados los 10.000 prisioneros romanos para defender las fronteras del Imperio Parto de los ataques de las tribus nómadas antecesoras de los hunos


De aquella ‘legión perdida’ muchos no sobrevivirían debido a las terribles condiciones a las que fueron sometidos.

Años más tarde, durante el gobierno de Augusto, Roma inicia una relativa etapa de paz conocida como la Pax Augusta. El primer emperador de Roma firma una tregua con el reino con más poder de entre sus vecinos, el Imperio Parto e intercede para que le fueran devueltos muchos de los prisioneros romanos hechos en las contiendas del pasado, pero nada sabemos al respecto de los hombres de Craso.

A pesar de las fuentes clásicas, la ausencia de pruebas arqueológicas nos lleva a pensar que el destino de los prisioneros sigue siendo incierto, y es aquí donde comienza la leyenda de la legión perdida de Craso. 

LAS CRÓNICAS CHINAS 

A partir de aquí, perdemos la pista en la historiográfia clásica. Pero 1955, el sinólogo americano Homer Hasenpflug Dubs, abre una nueva linea de investigación sobre la supuesta leyenda al descubrir algunos indicios en las crónicas chinas de la dinastía Han del 36 a. C.. Según Dubs estas crónicas sitúan la legión romana perdida en territorio amarillo.

¿Es posible que estos prisioneros romanos cruzaran las fronteras del territorio parto y llegaran más lejos hasta territorio chino.

Esta es la teoría que defiende Dubs enmarcada en la historia china de tiempos de la dinastía Han y que analizaremos más a fondo en otra ocasión. Otros expertos, ademas del americano, han especulado sobre esta posibilidad con argumentos en pro y en contra que iremos viendo en próximas entregas…

EL COMIENZO DE UNA LEYENDA

Y aquí es donde comienza la leyenda de los diez mil soldados romanos hechos prisioneros por los partos. El destino más probable que les esperaba, sería la esclavitud. Pero no quiso el rey Hirodes, desperdiciar la oportunidad excepcional de contar con prisioneros de un ejército romano y utilizó a muchos de éstos para crear unidades militares destinadas a defender otras fronteras de sus dominios. Nos cuenta Plinio el Viejo en su Historia Natural que los prisioneros fueron llevados a la región de Margiana. En las proximidades de la ciudad llamada Merv ‒actualmente Erk Kala de la República de Turkmenistán‒. A partir de ahí se pierde la pista de los 10.000 según las fuentes clásicas.

Ban Gu
Crédito: Wikipedia Commons
Muchos de estos prisioneros serán enviados a las minas para realizar trabajos forzados. Las unidades de elite romanas se emplearán en Bactria, para proteger las fronteras de los nómadas que asolaban el territorio, antecesores de los hunos. Aquí desaparece la pista de la legión perdida.

Años más tarde (20 a.C.) cuando Roma venció a los partos, exigió la devolución de los soldados que habían sido hechos prisioneros, pero a pesar de los esfuerzos del Imperio, por recuperarlos, nada se supo de esos hombres.

En el año 36 la dinastía Han gobernaba China, el general Gan Yanshou emprendió una campaña militar contra la actual provincia de Xingiang, contra los nómadas de la zona. Las crónicas de la campaña fueron registradas por el historiador chino Ban Gu. Cerca de la actual Tashkent, el historiador narra como el contingente chino se topo y enfrentó a un misterioso ejército compuesto por soldados veteranos, muy disciplinados y protegidos por una fortaleza de madera en forma circular. Y como su infantería estaba perfectamente formada en una línea de escamas de pescado que protegía cuerpo y extremidades. Éste ejército misterioso provocó la admiración de los chinos que perdonaron la vida a los últimos 1500 soldados, los cuáles, según Ban Gu, fueron destinados en la provincia de Gansu, donde fundaron la ciudad de Liquian para proteger la muralla de los invasores.



Las pruebas genéticas de los habitantes de la región de China, ha puesto de manifiesto que casi dos terceras partes de su ADN es de origen caucásico, dando soporte a la teoría de que puede ser descendiente de una “legión perdida” de los soldados romanos.

Las pruebas encontraron que el ADN de algunos pobladores de Liqian, en los márgenes del desierto de Gobi en el noroeste de China, fue de 56 por ciento de raza blanca de origen.

Muchos de los habitantes del pueblo tienen ojos azules o verdes, nariz larga, e incluso pelo rubio, lo que provocó especulaciones de que tienen sangre europea.

Un hombre de la localidad, Cai Junnian, es apodado por sus amigos y familiares Cai Luoma, ‘Caio el romano’, y es uno de muchos aldeanos convencido de que es descendiente de la legión perdida.

Los arqueólogos planean llevar a cabo excavaciones en la región, a lo largo de la antigua Ruta de la Seda, en busca de restos de fortificaciones u otras estructuras construidas por el ejército legendario.

“Esperamos que para probar la leyenda de la excavación y el descubrimiento de más evidencias de los primeros contactos entre China y el Imperio Romano”, dijo Yuan Honggeng, representante de un Centro Italiano de Estudios de nueva creación en la Universidad de Lanzhou, en la provincia de Gansu, según el diario China Daily.

La teoría fue presentada por primera vez en la década de 1950 por Homer Dubs, profesor de historia de China en la Universidad de Oxford.

Pero algunos expertos creen que  podrían ser descendientes de los ejércitos de los hunos que merodeaban por el centro de Asia, que incluye soldados de origen caucásico.

Crédito: telegraph

Maurizio Bettini, un clasicista y antropólogo de la Universidad de Siena, desestimó la teoría como “un cuento de hadas”.

“Para que sea indiscutible, habría que encontrar elementos como el dinero o las armas romanas que fueron típicas de los legionarios romanos”, dijo a La República. “Sin la prueba de este tipo, la historia de las legiones se pierde sólo una leyenda.”

Según Carlos Javier Pacheco, la actual ciudad de Tashkent, estaba situada en la zona más oriental de Sogdiana mientras que Antioquía como ya dijimos estaba en la zona central de Margiana, junto al rio Margo. Que un grupo de romanos escapara hasta la ciudad de Tashkent desde Antioquía sin que los capturaran le parece poco creíble por la distancia que separa ambas ciudades, y lo complicado del terreno. Margiana estaba rodeada de desiertos y aunque los fugados contaran con caballos no estaban a la altura de los partos como jinetes en el caso de que fueran a por ellos. De haber querido huir, posiblemente lo hubieran hecho en dirección oeste, hacia Roma en vez de adentrarse en tierras que no conocían.

Entrando en el terreno de la hipótesis, tal vez Hirodes II no destinara a todos los prisioneros romanos a una misma ciudad sino que los repartió entre varias a lo largo de las fronteras de sus dominios. No sería una idea descabellada porque separándolos hubiera sido más complicado que pudieran rebelarse. Evidentemente Hirodes no ignoraba lo peligrosa que podía ser la infantería romana y con diez mil soldados romanos se pueden formar casi dos legiones. Dado el profundo temor que tendrían los reyes Arsácidas por las rebeliones internas, es posible que actuara de esa manera para dificultar que pudieran ser utilizados en su contra. No obstante sólo se trata de una hipótesis. Desde una ciudad situada en Bactriana o Sogdiana hasta Tashkent sigue habiendo una distancia considerable pero no tan grande como desde Antioquía, por lo que una posible fuga de parte de los romanos si sería más creíble.

Crédito: Telegraph

Según el investigador australiano David Harris (que trabajó como profesor de inglés en la Universidad de Lanzhou con el propósito de investigar el tema), lo que ocurrió es que los romanos consiguieron escapar y huyeron hacia los territorios del rey huno Jzh-Jzh, a quién ofrecieron sus servicios como mercenarios. Posiblemente utilizaron el griego como medio de comunicación. Ya que éste era el idioma que los Partos usaban para la diplomacia y para el comercio. Los Hunos eran enemigos de los Partos pero es posible que a través de comerciantes asentados en Sogdiana (por donde pasaba la ruta de la seda) pudieran entenderse con los romanos. Jzh-Jzh era un rey muy belicoso y le tenía echado el ojo a la rica zona del sur de China. Sin embargo, los chinos decidieron acabar con esa amenaza y lanzaron una ofensiva militar contra sus dominios. Y es aquí donde enlazarían con las crónicas chinas.

Sin embargo como ya hemos comentado nos movemos en el terreno delicado de las hipótesis, donde uno puede caer en el error de enlazar hechos o circunstancias movido por el deseo de hacer realidad una idea romántica, más que por los hechos científicos e históricos que corroboren la realidad de lo sucedido. A la espera de nuevos hallazgos arqueológicos que nos muestren la realidad, del destino final de los diez mil soldados romanos, seguiremos llenando folios en blanco con el idílico final de estos valerosos hombres

http://despiertaalfuturo.blogspot.com.es/

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