© AFP C. CARREAU
Las rocas lunares traídas por los astronautas hace casi medio siglo contienen pruebas de un planeta del tamaño de Marte que, según se cree, tras estrellarse contra la Tierra creó el satélite terrestre.
Un equipo alemán analizó las rocas que trajeron a nuestro planeta los astronautas de las misiones de la NASA a la Luna Apolo 11, Apolo 12 y Apolo 16 en los años 1969 y 1972.
Los investigadores detectaron una pequeña diferencia química entre el material lunar y las rocas terrestres, lo cual sugiere que otro cuerpo celeste además de la Tierra podría haber contribuido a la formación de su satélite natural, informa la agencia Reuters.
Los científicos ya desde hace tiempo suponían que Theia, un planeta del tamaño de Marte, chocó contra una joven Tierra y a partir de la nube de restos lanzados al espacio se formó la Luna hace unos 4.500 millones de años. Ahora, el nuevo estudio alemán podría proporcionar una evidencia de que este choque realmente tuvo lugar.
Los resultados del análisis sugieren que la Luna podría ser una mezcla de un 50% de Theia y un 50% de la Tierra, aunque, según señalaron los autores de la investigación, se necesita más trabajo para confirmarlo.
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