Múltiples voces en el país exigen sentencias más rápidas y duras para los violadores
- Una mujer fue violada y tras ser liberada, un grupo la agredió de nuevo sexualmente
- Una mujer fue violada y tras ser liberada, un grupo la agredió de nuevo sexualmente
Una joven india participa en Calcuta en una protesta contra los abusos sexuales en India. Efe
“El caso no tiene ningún motivo para la clemencia”. Tras estas palabras, un juez de la India ha dictado cadena perpetua para el hombre acusado de violar a una mujer española en Bombay el año pasado.
Mohammed Badshah Ansari -que el 5 de noviembre de 2012 entró a robar en casa de la española, cuando dormía, y a la que acabó violando- escuchaba hoy al juez, siendo consciente de que pasará el resto de sus días en la cárcel por violación, sodomía, intimidación criminal y robo. Antes de ser sentenciado, reconoció estar implicado en el caso y pidió en vano clemencia alegando que tiene una madre y dos hijos a su cargo. Ahora bien, todavía le queda la opción de apelar al Tribunal Supremo.
“El tribunal tiene que tener en cuenta el interés de la sociedad en general”, reza la sentencia del juez, que también ha tenido en cuenta el largo historial de Ansari, con al menos 20 casos registrados en su contra sólo en Bombay. En el caso de la española, el condenado cogió un cuchillo de cocina para amenazar a la joven y violarla antes de que ella pudiese escapar.
‘Buena noticia’
“Definitivamente es una buena noticia, porque el caso se ha resuelto pronto, y ello puede ayudar a que la gente confíe más en la Justicia”, ha asegurado a EL MUNDO Ranjana Kumari, directora del Centro de Investigación Social. “Los violadores ven que la Justicia es lenta y por eso se sienten impunes, de modo que con esta sentencia quizá vean el precio que tienen estos delitos”.
La misma satisfacción ha tenido el entorno de la víctima tras escuchar al juez. “Esta sentencia demuestra que la India respeta la ley, independientemente de la nacionalidad del acusado o de la víctima”, ha afirmado el fiscal Ujwal Nikam. La joven, una española que había ido a Bombay a estudiar música clásica, vive ahora en Alemania, desde donde testificó el pasado mes de octubre. “Se ha negado a volver a la India. Se fue con una mala impresión. Así que ya es una cuestión de imagen de la nación”, añadió.
Una imagen muy deteriorada desde el último año por los numerosos casos de violencia sexual que han salido a la luz. Un mes después de estos hechos, se produjo en Nueva Delhi una violación en grupo a una estudiante en un autobús que conmocionó al país asiático. En agosto, otra agresión sexual en grupo contra una fotoperiodista en Bombay desató una nueva oleada de protestas. Y la lista es interminable. Basta con ver que las denuncias por violación se han duplicado este año en Delhi, aunque los expertos consideran que se debe a que las mujeres han perdido el miedo a romper su silencio y a que la policía ahora registra las denuncias.
Violada dos veces consecutivas
Precisamente hoy se conoce el nuevo caso desgarrador de una mujer que, tras ser violada por un hombre y arrojada después en un descampado al sur de la India, fue capturada de nuevo a los pocos minutos por otro grupo de violadores que cometieron las mismas brutalidades con ella. Minutos antes, la joven pudo llamar por teléfono a sus amigos, que llegaron al lugar de los hechos y empezaron a pelearse con los agresores hasta que apareció la policía. Ahora hay 10 detenidos. Tres de ellos son amigos de la víctima.
La violencia sexual en este país asiático está lejos de desaparecer.Las leyes se han endurecido en el último año y el problema ha pasado a un primer plano en los discursos políticos y en la cobertura mediática. Pero lo cierto es que cada día se ven nuevos casos de violaciones a mujeres por todo el país. “El cambio de mentalidad se está produciendo, aunque es un largo camino por recorrer“, reconoció a este diario Manjeet Bhatia, profesora del Centro de Estudios de Mujeres y Desarrollo, de la Universidad de Delhi.
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